Grafomotricidad ¿Cómo acompañar en este proceso?

En un artículo anterior hablamos del proceso de grafomotricidad, aquí te presentamos las respuestas a dudas constantes relacionadas a este tema.

¿A partir de qué edad trabajar la habilidad de grafomotricidad en niños?

Se empieza a trabajar la habilidad de grafomotricidad a partir de que el niño sea capaz de mover sus manos de manera libre, notarás que va desarrollando un principio de movimiento de pinza con los dedos que permite agarrar objetos pequeños como los lápices.

Si bien cada niño desarrolla sus capacidades a un ritmo diferente, en el caso de la grafomotricidad es posible comenzar a trabajarla alrededor de los 16-18 meses de edad.

¿Cómo pueden los padres estimular desde casa la preparación a la escritura?

El niño aprende moviéndose e interactuando con los elementos del entorno por aprendizaje directo, imitando modelos, por la mediación y estimulación de los adultos. Cualquier actividad que se plantee ha de ser motivadora y significativa.

La repetición de movimientos grafomotrices ayuda a los niños a adquirir las habilidades previas a la escritura. Para ello se empieza trabajando la motricidad fina. Es decir, manejando correctamente las manos, hasta lograr la coordinación viso-manual adecuada.

Intenta hacer garabatos con tu hijo, poco a poco irá manejando los dedos y la mano y cómo resultado escribirá sus primeras letras.

Otra propuesta es abrir y cerrar las manos, comenzando con una mano, para después hacerlo con ambas de manera simultánea.

Ahora, si requieres algo más complejo porque tu hijo ya dominó lo anterior, enséñale a abrir y cerrar intercalando las manos y aumentando la velocidad del movimiento, con ello lograrás ver grandes avances en tu hijo. 

Recortar con dedos y tijeras. Rasgar trozos de papel, cortarlos con tijeras, esto permite a los niños adquirir mejores habilidades con sus ojos y manos, entre otros.

Materiales para trabajar la grafomotricidad de los 3 a los 6 años.

Los cuadernos de grafomotricidad de BeeMomSchool de 3 a 6 años han sido pensados y diseñados pedagógicamente para ayudar a niños y niñas de educación inicial a desarrollar y controlar todos los gestos gráficos necesarios para una correcta escritura.

A lo largo de los cuadernos de grafomotricidad se presentan los trazos de forma que la dificultad es progresiva, desde el trazado libre hasta el ajuste en pautas y cuadrículas de tamaño decreciente.

Todos los aspectos gráficos se han integrado en un dibujo que recuerda su forma para hacer el trabajo más atractivo a niños y niñas.

Referencias:

-García. (1987). Educar para escribir. Madrid: G.Nuñez.

-Calvet, L.J (2001). Historia de la escritura. Barcelona.Ed. Paidós.

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